La mejor parte de salmo 1
Y mi oración regresó a mi propio seno. La oración nunca se pierde; si no bendice a aquellos por quienes hemos intercedido, por lo menos bendice a los intercesores. Las nubes no siempre dejan caer la lluvia sobre el mismo punto de donde asciende el vapor, sino que riegan otro lado; y, hasta Ganadorí, las súplicas de unidad u otro lado producen